Las garantías de un panel fotovoltaico protegen la inversión que se hace en una instalación. Por eso es algo a tener muy en cuenta. Hay tres tipos diferentes de garantías (producto, rendimiento y servicio). Las dos primeras variarán en función de cada fabricante y la calidad de su producto. La tercera, la de servicio, es la que mayor seguridad aporta al propietario final, pues supone una cobertura total.Tipo de garantía de módulos fotovoltaicos (SunFields Europe)
Estos tres factores de la garantía son los que van mantener tus paneles solares cubiertos en caso de incidencias en mayor o menor medida y entender, tanto las diferencias entre ellas, como qué productos ofrecen las mejores garantías es fundamental para cualquier instalación.
La garantía de producto (o llamada también de defectos materiales) garantiza generalmente 10-12 años sin fallos para paneles convencionales. Aunque existen ya marcas con 20 años, 25 años, 30 años e incluso 40 años. La garantía del producto de un panel solar cubre la integridad del panel mismo y lo protege contra problemas tales como defectos de fabricación, desgaste prematuro, etc. Como con la mayoría de las garantías, un período más largo será más ventajoso si estás pensando o eres ya propietario de una instalación de autoconsumo.
La garantía de rendimiento o potencia de un panel solar suele garantizar el 90% de la producción a los 10 años y el 80/85% a los 25 años. Aunque hay casos de fabricantes que llegan a los 30 años o incluso 40 años.
La garantía de servicio o sustitución la ofrecen algunos fabricantes y supone cobertura total (sustitución del panel y pago de mano de obra) en caso de avería.
El distribuidor fotovoltaico SunFields Europe ha elaborado esta tabla con los tipos de garantía y duración más habituales
Además, conviene recordar que es el fabricante de los paneles solares el que da la garantía final de los mismos, y no siempre coincide la marca con el fabricante, porque hay fabricantes de marca blanca. De hecho, según José Alfonso Alonso, gerente de SunFields Europe, “hoy en día es muy habitual encontrar empresas que compran paneles solares (generalmente de baja calidad y muy baratos), les colocan una pegatina con una marca creada por ellos y venden ese producto. Ni que decir tiene que el riesgo para el comprador es enorme, pues son empresas que suelen desaparecer al poco tiempo y nunca más podrás reclamar garantía de ningún tipo porque no sabrás quién era el fabricante real de esos paneles”.
La letra pequeña de la garantía
Uno de los aspectos que resulta más chocante para cualquier persona que ha hecho una instalación de autoconsumo es la diferencia de años entre la garantía de producto y la garantía de potencia que ofrecen algunos fabricantes. Es decir, si un fabricante dice que te garantiza que el panel solar dará un 80% a los 25 años, ¿por qué la garantía de defectos de producto es solo de 10 años?
Este es un fragmento del texto de garantía de un conocido fabricante:
“La garantía frente a la reducción de rendimiento de las células (garantía de rendimiento) no es aplicable si la reducción del rendimiento se debe a daños o defectos en los componentes del módulo, como por ejemplo el vidrio del módulo, el marco del mismo, la caja de toma de corriente, los diodos bipaso, cables, enchufes, la lámina EVA y de la parte posterior”.
“Parece cómico pero es cierto. Tal como se lee en el fragmento, la garantía de producción prácticamente no cubre nada que se pueda achacar al producto –señala José Alfonso Alonso–. ¿Y esto qué quiere decir? Pues que si a tu panel solar, pasados los 10 ó 12 años de cobertura de la garantía de producto, se le rompe la caja de conexiones o se agrieta el vidrio, no vas a poder extraer energía de él o será mínima. Y la garantía de rendimiento no cubrirá ese problema porque se considera un fallo del producto. Por eso es tan importante que los paneles solares que vayas a comprar, tengan la misma garantía, en años, tanto de producto como de rendimiento”.
Alonso cree que “la que vale es la garantía de producto y la de servicio, la de producción es papel mojado”. Y pone un ejemplo: si a los 11 años se estropea la caja de conexiones (un elemento que es muy frecuente que dé problemas), la garantía de potencia no lo cubrirá y la de producto ya habrá expirado. Mal asunto porque una instalación de autoconsumo puede tener una vida útil de 30 o 40 años.
• Aquí puedes ver el artículo completo de José Alfonso Alonso en el blog de SunFields.
Fuente: Energías-renovables.com