La previsión es alcanzar los 14 GW de autoconsumo en 2030, pero el aumento de las instalaciones en los últimos meses y el impulso por la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania pueden adelantar ese objetivo
Un año con los precios de la luz disparados está derivando en un creciente interés por llenar tejados de paneles solares con los que autoabastecerse de energía eléctrica y pegar un tijeretazo a la factura de la luz. Un ‘boom’ que está lejos de ser una ‘burbuja’, porque España tiene mucho recorrido por delante si se compara con lo que ocurre en mercados europeos, donde el autoconsumo está mucho más desarrollado.
“Estamos en un momento de puesta al día de todo lo que no se había hecho. Por ejemplo, en España tenemos unas 150.000 instalaciones de autoconsumo y en Alemania son dos millones”, señala Daniel Pérez, vicepresidente de la Unión Española Fotovoltaica (Unef), la principal asociación del sector. “Estamos muy lejos de una burbuja, porque hay mucho margen de crecimiento. Podríamos llegar al millón de instalaciones de autoconsumo en dos o tres años”, añade.
Hay margen y apetito porque la subida de precios de la energía que comenzó hace un año, aderezada por la guerra en Ucrania y la amenaza de que Rusia cierre el grifo del gas este invierno, han vuelto a poner el autoconsumo en el foco de los consumidores particulares, tengan casas unifamiliares o vivan en comunidades de vecinos. “Es lógico que la gente quiera poner placas ahora, pero esto no es solo un tema coyuntural. Estamos ante un crecimiento estable”, añade el representante de Unef.
ue España lleva meses pisando el acelerador en el autoconsumo -aunque quede mucho camino por recorrer- también lo reconoce el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Su director general, Joan Groizard, destacó este lunes que las posibilidades de elevar la generación eléctrica con placas solares y autoconsumo son mucho más inmediatas y económicas que optar por otras alternativas, como la energía nuclear por la que abogan las formaciones políticas de derechas. “Solo el año pasado se instalaron 1,2 GW de autoconsumo, de placas solares en tejados”, apuntó en una entrevista en la Cadena Ser.
En cambio, “para instalar 1 GW de energía nuclear se necesitan 20 años y mucha más inversión”. Un ritmo de colocación de paneles solares que, aseguró Groizard, se va duplicando cada año. “Se pueden instalar aunque hagan falta cientos o miles de comunidades de vecinos, de empresas, de administraciones públicas, que se pongan las pilas o se pongan las placas”, ironizó.
Más rápido de lo previsto
El objetivo que se ha marcado España es conseguir que, al final de esta década, el 75% de la energía eléctrica que se genera en España sea de origen renovable. De ese porcentaje, según el IDAE, 14 GW procederían del autoconsumo. Pero pueden ser más. “Por las proyecciones que estamos viendo puede ser más todavía. Los españoles están instalando más placas solares en sus tejados de lo que habíamos previsto desde 2018”, ahondó Groizard. Ese año se eliminó el conocido como ‘impuesto al sol’ y se facilitó la tramitación de este tipo de instalaciones.
La patronal fotovoltaica ahonda en un sentido similar, en cómo esos objetivos, a día de hoy, pueden superarse si hay ambición tanto por ser más autosuficientes, como por reducir la dependencia energética exterior. Objetivos que, al final, van de la mano. “Sabemos que el objetivo es alcanzar los 39 GW [de fotovoltaica] en 2030”, incide Daniel Pérez. En las últimas semanas, la generación solar ronda el 12% del total, aunque algunos días de calor extremo -cuando los paneles solares son menos eficientes- ha caído hasta rozar el 6%. Sin embargo, de cara a esos objetivos a 2030, la fotovoltaica puede llegar a suponer entre un 20% y un 25% de la generación total, en términos anuales.
“Lo importante no es solo cuánta energía solar producimos, también cuánta energía sucia hemos desplazado”, añade el vicepresidente de Unef. “Cada KWh que hacemos de solar es un KWh menos que le compramos a Putin y, en la situación actual, eso es muy importante”. Más producción solar en general , de nuevo, más autoconsumo. Este, asegura Daniel Pérez “tiene mucho que decir, porque es una manera de conectar muy rápido. Si hoy tomas una decisión sobre el autoconsumo, en dos meses puedes tener la instalación hecha y eso se notaría ya este invierno. Aunque sean pequeñas instalaciones de autoconsumo, un millón de pequeñas instalaciones se notan mucho”, recalca. Y a eso se suma el ahorro en la factura eléctrica que, según el IDAE, puede ser de entre un 30% y un 60%.
Retrasos en las autorizaciones a grandes plantas solares
Más allá del autoconsumo, el sector fotovoltaico está en pleno acelerón, también al calor de grandes inversores internacionales que ven en la puesta en marcha de grandes plantas solares un pilar de su rentabilidad a medio y largo plazo. Y, en medio, dos cuestiones. Por un lado, que las autorizaciones por parte de las administraciones -sobre todo autonómicas- se están retrasando, incluso en una situación como la actual, donde hay cierta prisa por ser lo más autosuficientes posible y con el Gobierno a punto de presentar un plan de contingencia energético. Por otro, porque hay muchos proyectos que, por un motivo u otro, se caen por el camino.
En cuanto a la lentitud a la hora de dar luz verde a conectar proyectos ya terminados, Unef traslada que “hay muchas plantas solares que están construidas y están esperando por papeleo, por ejemplo, porque falta una autorización de alguna comunidad autónoma”. Daniel Pérez cita Andalucía, Extremadura o Castilla-La Mancha como ejemplo de regiones donde se pueden percibir más retrasos. “Portugal ha hecho un procedimiento acelerado que dice ‘si tú estás construido y has pasado los criterios de seguridad, conecta y luego haremos la burocracia’; conecta ya porque es una cuestión de emergencia nacional”.
El problema de fondo, indica, es que “seguramente faltan medios”. “La administración no está dimensionada, tampoco Red Eléctrica para asumir tantos proyectos como está habiendo. Hay que dimensionar la administración en función de las necesidades del país y ahora, cada planta solar que se conecta, es buena para el país, porque es menos dependencia energética y es luz más limpia y más barata”.
En paralelo hay muchos proyectos que se dibujan en el papel pero que no llegan a materializarse. “Cuando tienes que llegar a 39 GW conectados, tienes que hacer el doble porque hay proyectos que se van a caer. Porque al empezar no sabes qué respuesta ambiental, urbanística o incendios te van a dar”, argumenta el vicepresidente de Unef.
¿Cuántos se caen? Hay estimaciones. “Depende mucho de las regiones, pero hay desarrolladores que dicen que suelen salir adelante uno de cada 4 o de cada 5 proyectos”. Donde hay problemas, actualmente, es en Castilla y León, después de que el Gobierno encabezado por Alfonso Fernández Mañueco haya limitado la instalación de plantas solares a menos de 500 metros de núcleos urbanos, incluidos polígonos industriales, lo que afecta a proyectos que ya habían empezado a echar a andar. En cambio, entre las comunidades donde es más fácil la tramitación, el responsable de Unef cita Extremadura, Baleares y Catalunya.
Fuente: Eldiario.es